Neobabel

O cuando la cruda nos alcance

  • Rosetones árabes

    La web con imágenes de un catalán que ahora es mi dios:

    Rosetones árabes


  • Cuando Kirisuto (Jesucristo) llegó a Japón

    En el s XVI llegaron los primeros europeos (misioneros cristianos portugueses y españoles) a Japón. Los japoneses los llamaban ‘Nanbanjin’ (南蛮人), o sea “los bárbaros del sur”.

    San Felipe de Jesús (primer santo mexicano, patrono de la capital del país) llegó a causa de un naufragio a Japón. Ahí intentó evangelizar a los nativos. Fue martirizado por un par de lanzas colgado de una argolla. Lo cual es parecido al martirio de San Sebastián, ese santo con el que Mishima sentía tanta afinidad erótica.

    Biografía de San Felipe de Jesús
    Imágenes de San Sebastián

    [¡Aaah tal vez escriba algo más de Mishima y San Sebastián!]


  • Grandes pérdidas para la web

    Estas son las páginas web que nos han abandonando dejando un profundo hueco en nuestra vida:

    Headless
    Tei and Riki
    Lo que sea.com
    El Cerebro.com (¡Regresó!)
    Trino en El Foco.com
    RPGmaniatikos
    StupidDrunk

    [En construcción]


  • Palabras Chino-Español difíciles de encontrar

    México indígena

    玛雅 maya
    波波尔·乌 Popol Vuh
    阿兹特克 azteca
    纳瓦特尔语 Náhuatl (idioma)

    Escritores mexicanos

    克鲁斯 Juana Inés de la Cruz (1651 – 1695)
    费尔南德斯·德·利萨尔迪 José Joaquín Fernández de Lizardi (1776 – 1827)
    阿尔塔米拉诺 Ignacio Manuel Altamirano (1834 – 1893)
    谢拉·门德斯 Justo Sierra Mendez (1848 – 1912)
    迪亚斯·米龙 Salvador Díaz Mirón (1853 – 1928)
    纳赫拉 Manuel Gutiérrez Nájera (1859 – 1895)
    内尔沃 Amado Nervo (1870 – 1919)
    贡萨莱斯·马丁内斯 Enrique González Martínez (1871 – 1952)
    阿苏埃拉 Mariano Azuela (1873 – 1952)
    巴斯孔塞洛斯 José Vasconcelos (1882 – 1959)
    古斯曼 Martín Luis Guzmán (1887 – 1977)
    贝拉尔德 Ramón López Velarde (1888 – 1921)
    雷耶斯 Alfonso Reyes (1889 – 1959)
    罗梅罗 José Rubén Romero (1890 – 1952)
    洛佩斯·伊·富恩特斯 Gregorio López y Fuentes (1897 – 1966)
    佩利塞尔 Carlos Pellicer (1899 – 1977)
    戈罗斯蒂萨 José Gorostiza (1901 – 1973)
    比利亚乌鲁蒂亚 Xavier Villaurrutia (1903 – 1950)
    亚涅斯 Agustín Yáñez (1904 – 1980)
    乌西格利 Rodolfo Usigli (1905 – 1980)
    雷武埃尔塔斯 José Revueltas (1914 – 1976)
    帕斯 Octavio Paz (1914 – 1998)
    鲁尔福 Juan José Rulfo (1918 – 1986)
    阿雷奥拉 Juan José Arreola (1918 –   )
    卡斯特利亚诺斯 Rosario Castellanos (1925 – 1974)
    富恩特斯 Carlos Fuentes (1928)
    埃利松多 Salvador Elizondo (1932)
    莱涅罗 Vicente Leñero (1933)

    [incompleto]


  • El patito violado

    Érase una vez un patito al que un perro malo le dio violín. El patito estaba solo y aburrido sobre las piernas de una amiga extrañando la bolsa enorme donde su padre lo colgaba. Pensó primero en ahorcarse un día de tantos con la cadena que tenía incrustada en el cogote, o dejar que su medio hermano el Pepper lo ensuciara con babas hasta que quedara negro y lo tuvieran que tirar. Él no estaba vivo y en eso tenía desventaja. Pero ya estaba acostumbrado a toda esa pasividad. Pasar de mano en mano por dos escuelas y un gimnasio, que unos dedos curiosos le pasaran los intestinos de la panza a la cabeza, de que le robaran besos en el cuello y que le buscaran un hoyito para meterle el dedo. Eso de «hoyo aunque sea de pollo» había degenerado en él. Un pico no puede sonreír y tampoco muestra sentimientos: en esto se sintió minusválido.


  • Tecnofilia

    Fue en la época en la que muy pocos se imaginaban canciones digitalizadas en menos de 5 Mb, y empezaban a hacerse comunes las pantallas a color. Los únicos lenguajes de programación que se enseñaban en la escuelas eran el BASIC y el LOGO, y los pocos juegos existentes eran de 32 colores en pantallas de 640 por 480 pixeles, con música generada en el CPU en forma de trompetillas de alarma a diferente volumen e intensidad.

    Aunque me tocó ver a un tío manejando hojas del excel de esos tiempos, la computadora de la casa de la abuela se usaba más que nada para jugar. Una tía que ya iba para los 30 llamaba seguido para preguntarme cómo se entraba por MS-DOS al juego de la viborita. No sé cómo los niños nos entendíamos tan fácil con todo.

    Incluso el abuelo, aventurero y de juventud licenciosa, se animó a retarle un ajedrez a la máquina. Me encargaron enseñarle cómo. Él se sentía muy seguro por ser casi siempre tan invicto en los ajedreces de verdad que se juegan en tablero con los parientes y amigos, tanto, que al decirle cómo mover las piezas (todavía no tenía el placer de conocer a los mouses) se sonrió por ser eso tan sencillo. Todavía recuerdo la interfaz. Era bicolor. ¿Cuántos colores se necesitan para jugar ajedrez? Era hasta más sencillo. El competidor no se tarda nada y siempre tira la pieza que toca.

    Dicen que era muy bueno. Nunca he jugado con él. Seguro perdería, soy muy malo en eso de los juegos de mesa. Por ejemplo, hasta el día de hoy, nunca le he ganado a las damas chinas a mi abuela. Ella es la campeona y así estamos todos felices.

    – ¿Cómo hago un enroque?
    – ¿Qué es eso?

    Al abuelo le dio un escalofrío. Iba a perder.

     


  • Poco esto ya vemos

    Cuento paralingüístico
    (oct-02)

    Cuando fui a Hidalgo a alfabetizar gente, me pasó algo muy curioso. Ya sabes, era algo que había planeado desde hace mucho tiempo: teníamos libros, planas, impresiones, lápices (por si hacía calor) muchas tizas y un pedazo de lona negra grande que compramos entre todo el salón. Era primer trabajo de campo hasta para el profe, que s equedó con las ganas de hacerlo cada año.

    Pinche profe… Todo un lingüista, con diplomados en Beijing, y hasta estudios en Moscú. Mexicano gringillo, chicano a medias. Le admiré sus técnicas, explicaba bien y sabía mucho, tanto que le creíamos un potente diccionario y conjugador verbal. Traducía tan rápido que, en aquellas tardes de calor y embriaguez, me hacia sentirme mierda, mierda rápida, pero no simultanea y mística como él. Por eso mismo no me le despegaba. Seguirle era patético, daba risa y puede que hasta irritante, pero ambicionar a ser más, por eso de la ventaja, ya no me daba pena.

    ¿No se te hace curioso cómo se da eso de la interculturización, pero a nivel personal? El cómo un profe mezcla su vida con… no sé… ¡con mi perro el Bartolo! Mi perro el Bartolo tiene todo un estilo de vida que envidiaría cualquiera: es un perro vegetariano que le gusta asomarse por la ventana y mirar los almendros por la tarde, nunca ruega por comida, duerme sólo lo que considera necesario y de vez en cuando nos exige pláticas de desahogo. Pero no aspira a nada más. Y bueno, el profe es el profe. Si bartolito fuera de él, sería más como yo… ¿sería bueno o malo? Mi muy bicolor perro me ha vuelto un vulgar maniqueista.

    Te lo digo porque allá llegamos a otro mundo… yo no lo conocía, me sorprendió que la cosmovisión de unos cuantos, cuando se está en un lugar así, tan limitado, cambiaba la percepción de terceros. Si cada cabeza es un mundo cada comunidad es un universo completo, que se rige solo, la llegada de uno que otro cuerpo extraño revoluciona cada vida…

    Lo primero que necesité aprender fue a dejar de subestimar, y eso no es fácil, pues uno puede actuar, y el otro puede hacer como que no se da cuenta, pero allá lo hipocresía no se tolera. Ocultar la pretensión te dejaba en ridículo. Y esto de verdad que te pone a pensar: “Llevo estudiando diario desde hace meses tal y tal dialecto, declino sustantivos y conjugo verbos, sé frases hechas y utilizar las partículas de respeto, traduzco a la velocidad a la que escucho y medio sé reconocer 14 vocales, pero si no entiendo su chingado ser extralingüístico todo vale madres”. ¿Era un error estudiar la lengua en función de su traducción, solamente? ¿Y un error con qué o sobre qué? ¿Para qué?

    No iba a salir de ahí peor de lo que entré. Fui dispuestísimo a aprender, con mis ya sabidas reservas… Era muy importante poner atención. En esos tiempos pensaba mucho la subjetividad de las acciones. Ahora, al parecer, ya no pienso tanto en ello, así como el mudo no se explica a sí mismo diariamente porqué no puede hablar. En fin. Pobres mudos. El rango de mi esfera no los toca si no es en estos tristes ejemplos.

    [incompleto]


  • Melancolía

    Poema filológico
    (9-jul-03)

    Muchas sílabas
    para describir
    un sentimiento
    tan conocido
    y tan familiar.
    “la bilis negra”
    en dos palabras
    y un artículo
    determinado.
    Concepto griego,
    Monomanía
    psicológica,
    o psiquiátrica,
    al fin demente,
    al fin maniaca.
    Monos, manía,
    psijé, y logos,
    Kolia, xolía
    Dicen los cultos
    que saben latín
    y también griego.
    El nombre dice
    “soy sustantivo
    que tiene plural,
    diminutivo,
    aumentativo…
    palíndromo no,
    ni me conjugo:
    en vez de eso,
    me declinaba
    -en la juventud-
    en tantos casos…
    Ahora añoro
    cuán flexible fui,
    lo que decía,
    cómo variaba…
    [incompleto]


  • Mari, la de tres años

    Cuento voyerístico

    Le dicen Mari, no sé cómo se llama. Entre su casa y la mía hay un pasillo destechado de metal y cemento que de orillas tiene barrotes sucios y de pintura blanca, por donde puede caerse un perro pero no una niña. Por eso su mamá, (una muchacha que conoció el hijo del vecino cuando se fue a EEUU, tampoco sé su nombre) la deja ahí todo el día, bajo el sol y con la puerta abierta por si se quiere meter a sentarse o a ir al baño.

    Creo que no ve tele. El sábado en la mañana, cuando trapeaba la entrada de la casa en shorts, descalzo y con playerita, se me quedó viendo. No me importó que me viera, me dio gusto que alguien estuviera apreciando lo que hacía. Prefería verme. Fue curioso que ninguno de los dos se incomodara. Luego llegó mi mamá y nos cerró la puerta.

    Sabe estarse quieta y eso me preocupa. No es una niña escandalosa que habla a gritos como sus tías políticas, dos oligofrénicas de más o menos ocho años. Se dicen “Vas a ver horita Fani”, “vas a ver horita Diana, te voy acusar”, “Amá, la Fani no me quiere dar de sus chicharrones” y la señora “¡Fani! vas a ver cómo te pongo horita” Y ella viendo callada, pensando. Tengo miedo de que aprenda a portarse y a hablar como ellas.

    El domingo conoció a mi perro. No sabe que le gusta comer niñas (hasta ahora no lo ha hecho, y la verdad, sus más o menos 30 centímetros de largo sólo me asustan a mí). El le ladró y ladró, ella le sonreía sin miedo y sin llorar (no como sus tías políticas), él se apaciguó y movió el rabo. No la vaya a querer más que yo, no se vayan a querer sin mi.

    Su padrastro (un amigo mío de la infancia y de apenas 2 años más que yo) ya tuvo una hija con la mamá de Mari. Como todavía no aprende a hablar, para mí es como si no figurara. Pero importa. Hay que cuidarla del sol y no dejar que se aleje de su madre. Su padrastro vive en la casa, estoy seguro. Quisiera verlo, aunque sea de lejos. Ya va para seis años.

    Desde hace mucho digo, de vez en cuando, que soy hijo de la chismosa. Ella me dio muchos de los datos que he dicho aquí. Pero el más terrible me lo dijo mi hermana. “Hola, Anbeto“. Yo me llamo Alejandro. “Así te dice la niñita de enfrente.” Quedé como paleta. Su padrastro se llama Alberto, y le dicen Beto, Ella vivió desde que nació en EEUU, y supongo que ahí aprendió a, an, o and. Tal vez piense que a todos los muchachos de mi edad se les dice Beto y que an (bien de a/an, bien de and) es algo así como un artículo determinado y que los nombres propios pueden llevarlo. Es un tipo de error que no debe tener una niña que ya tiene tres años. ¡Santo Cristo! ¿Qué va a ser de ella? Cuando entró a la casa a mi perro le dijo angwagwaw. lo tomé como juego. ¿Pero y si no lo es?

    Hoy vino en la mañana y mi mamá le enseñó a decir perro. Algo es algo. ¿Pero y lo que no le enseñen? El Domingo su mamá fue a comprar tortillas y ella pensó que la habían abandonado, se puso a llorar y a gritar “maaaaa maaaaa”. Su abuela trató de consolarla pero la niña no entendió. Te parte el corazón.

    ***

    Por fin la vi viendo tele. Ella la educará y la enseñará hablar como en donde vivía, con su sintaxis extranjera y sus abundantísimos “lo siento”, cortesía de los malos traductores de caricaturas. Pero algo es algo. La nuestra ya no es lengua materna (tan mediocre): es lengua televisiva.


  • La letra china

    Cuento glifofílico
    (ene-03)

    Cuando se escribió la primera receta, o sea hace mucho mucho tiempo en algún lugar de la mística China, se especificó que ese pedazo de tela bicolor debía hervirse con el caldo. Los mares de nubes plateadas con sabor a escama de tiburón y tallarines sin huevo tenían además de un provecho para la panza y un goce para la nariz el molde y patrón de cocinado, que al contenerse en sí mismo pasó a ser solamente un modesto ingrediente. No fue por capricho. El poder de un símbolo que denotaba al mismo tiempo una sola sílaba y una sola palabra y un solo significado (que era a su vez una idea) era grande por su permanencia muy superior a la propia tuya o mía, pues ya ni los nombres de las flores iban a durar tanto. Hoy, uno puede tatuarse de por vida un agua al lado del ombligo de nuestro primer sustento, con los mismos trazos de hace 5000 años, tanto éxito ha tenido el anhelo de dejar un rastro en el mundo al que llegamos quién sabe cómo sin solicitud ni deseo.

    Hijo de tantas innumerables casualidades fui ese yo tan accidentado. Que gracias a dos o tres consejos y ocho delitos más o menos horribles me llamé así o asá, dos rimas con catorce sílabas me dieron un beso en el cuello y el polvo encapado en un vidrio me quitó la virginidad. Si el alcance del azar es fuerte el de la letra china es más. No es exageración. Yo siendo un gran pensador autobautizado pienso que la voluntad (aunque netamente biológica, exprésese como se exprésese) es el “gran principio dinámico de la sociedad”, (cosa que, por cierto me da un asco diarreico).

    [incompleto]


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