Día: 29 octubre, 2005
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Los juegos del niño y cuando es en serio
La soledad te vuelve inmaduro, ingenuo y temeroso. Si me aventuro a buscar quién pudiera llegar a quererme no sólo la cago por mi naturaleza esquivosa, también mi absorvente necesidad de ser querido asusta y guarda con cautela a un corazón que sabe que ya no tiene nada qué perder. La soledad es canija. Y…